Analizando detenidamente lo que ha sucedido, se puede apreciar un denominador común en las empresas que han destacado durante la crisis sanitaria y es su modelo de gestión sostenible, que les ha permitido ser flexibles y resilientes, adaptándose al enorme cambio de contexto que ha originado la pandemia, ofreciendo sus productos y servicios adaptados a lo que necesitaba la comunidad.
Y es posible identificar tres claves presentes que les han permitido implementar una estrategia de negocio sostenible:
1. La disponibilidad de unos principios y valores que rigen el comportamiento necesario para asegurar la coherencia y cumplir con el propósito.
2. El entendimiento de que existe valor, más allá del económico, que se puede obtener mediante la adecuada gestión de los asuntos sociales y medioambientales.
3. El acopio de valor para gestionar el cambio necesario para integrar el propósito como conductor de su estrategia de negocio.
Este triple entendimiento de lo que significa el concepto «valor» les ha permitido asimilar la decisión de cambiar temporalmente sus procesos productivos y de negocio, sacrificando en parte su resultado económico, buscando generar un valor mayor, en este caso social.