Las percepciones del público en Asia son más favorables que en los países europeos y norteamericanos, que continúan mostrando niveles más bajos en comparación con la media mundial. No obstante, varios de estos países han experimentado aumentos notables en la percepción, en comparación con 2016, como por ejemplo en España (+10 puntos), aunque sólo un 36% de los encuestados en nuestro país está de acuerdo en que las empresas comunican honestamente su desempeño sostenible, frente al 51% de la media.
Aunque Peter Paul van de Wijs, Director de Asuntos Externos de GRI, sostiene que «es alentador que en todo el mundo estén aumentando los niveles generales de confianza en cómo las empresas comunican sus impactos en la sostenibilidad», la realidad es que, encontrar a los estados miembros de la UE destacados en el extremo inferior de la clasificación, respalda firmemente la necesidad de la revisión exhaustiva de la directiva europea de informes no financieros, iniciada a principios de 2020 por la Comisión Europea.
Si bien es cierto que, como señala Chris Coulter, CEO de GlobeScan, «los resultados de la encuesta de este año sugieren que las empresas están aprendiendo a cumplir, están siendo reconocidas por sus esfuerzos y normas sistemáticas como la GRI han ayudado con creces», es necesario seguir avanzando en mejorar los procesos de rendición de cuentas, convertidos en muchos casos en un mero cumplimiento, acercándose mucho más a los asuntos verdaderamente relevantes y concretos para cada organización y no “un mismo caldo para todos”, lo cual es base de cualquier estrategia de sostenibilidad efectiva y creíble.
