La Ley 11/2018 sobre Información No Financiera y Diversidad prevé, transcurridos tres años desde su entrada en vigor, la ampliación de su aplicación a sociedades con más de 250 trabajadores que cumplan determinadas condiciones.
Muchas organizaciones, que no están acostumbradas a realizar informes de rendición de cuentas en materias no financieras, van a verse en la obligación de preparar un documento para cumplir el requisito legal y están empezando a preocuparse.
Un Estado de Información No Financiera (EINF), al igual que los informes de gestión que acompañan a las cuentas anuales, no se puede improvisar. No basta con tomar una estructura de contenidos y recopilar datos de unos indicadores para cumplir con la Ley. Al igual que el informe de gestión da cuenta del desempeño de la estrategia de la sociedad, que reflejan los estados financieros, un EINF debe rendir cuentas de la estrategia de la gestión de los asuntos sociales y medioambientales, reflejada en los indicadores.
Las sociedades deben prepararse, antes de llegar al paso final que es la elaboración de un informe, reflexionando sobre sus objetivos estratégicos y estructurando un plan de acción. De esta forma tendrán el soporte para rendir cuentas sobre la gestión de lo que es verdaderamente relevante.