Dejaba intencionadamente, fuera de nuestro “trío de la bencina”, la importante aportación que realiza sobre el tema la norma AA1000APS.
Dentro de la serie de normas AA1000, ésta, en concreto, establece los tres Principios de Accountability (inclusión, relevancia y capacidad de respuesta).
El Principio de Relevancia de Accountability establece que “un asunto relevante es un tema que influirá en las decisiones, acciones y desempeño de una organización o de sus grupos de interés”. La principal virtud de esta definición es su amplitud de aplicación. Mientras las otras aproximaciones (GRI, IR y SASB) están pensadas exclusivamente para que las organizaciones puedan racionalizar sus comunicaciones externas y, en concreto, sus informes, la utilización conjunta del citado principio, junto con el de inclusión, permite establecer un marco de gestión de la relevancia con el poder para cerrar el lazo entre la elaboración de informes y la relación con los grupos de interés, por un lado, y la gestión de la estrategia y el desempeño, por el otro.
Parece lógico pensar que si una organización realiza un análisis de relevancia y gestiona los asuntos que son prioritarios para ella misma y sus grupos de interés, luego no tendrá problemas para saber qué información se le demanda, por quien y de qué forma ha de proporcionarla. Lo contrario es enredarse en un costoso ejercicio para descubrir qué contenidos incluir en un informe, para luego, quizás, darse cuenta de que no se poseen los datos o no se están gestionando los asuntos.
La serie de normas AA1000 se constituye como una potente herramienta para la gestión y comunicación, que proporciona un soporte muy válido para el cumplimiento de los requisitos, en torno a la relevancia, de los estándares de elaboración de informes promovidos por GRI, IIRR y SASB.