Para poder analizar si verdaderamente son correctas las afirmaciones hay que distinguir el enfoque estratégico que adoptan frente al marco planteado en la citada Agenda:
- En el primer enfoque, que supone un alineamiento con la Agenda 2030, las organizaciones mencionan en sus despliegues estratégicos la misma, sus metas y manifiestan un compromiso con la consecución de sus prioridades específicas. A partir de este compromiso y de los análisis del contexto, establecen los objetivos prioritarios de impacto y el despliegue de iniciativas orientadas hacia estos objetivos. El análisis de la contribución se realiza en función del grado de consecución de los objetivos.
- El segundo enfoque supone trabajar en el ámbito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible considerando éstos como principios universales y orientando los procesos como cumplimiento de estos principios. En este caso se busca más evaluar el desempeño y nivel de cumplimiento de los principios, utilizando estándares de reporting, que lograr contribuciones a las prioridades específicas de la Agenda 2030.
La primera aproximación, por tanto, se orienta a partir de las metas, planteando acciones concretas que conduzcan a la consecución de sus prioridades, mientras que la segunda se orienta a controlar y mostrar cómo los procesos de la organización cumplen con los principios universales que plantean los ODS.
Adoptar uno u otro enfoque (también lo hay mixtos) condiciona el modelo de gestión:
- Un modelo de gestión enfocado en la contribución a las prioridades de la Agenda 2030 parte del análisis de sus metas y la elección de aquellas en las que se quiere contribuir. Una vez elegida la meta, establece los objetivos de impacto y los métodos de seguimiento. Para la consecución de estos objetivos se producirá un despliegue de acciones que tendrán sus metas, responsables, recursos y plazos. También fija indicadores de seguimiento a este nivel.
- Un modelo de gestión que integra los ODS como principios universales a respetar, parte de un análisis de relevancia que se basa en los riesgos y oportunidades de su cumplimiento. El enfoque de gestión se basa en asegurar que los procesos abordan los temas relevantes y minimizan, eliminan riesgos o aprovechan las oportunidades. En este caso los ODS son un criterio en el análisis de relevancia.
Y a la hora de informar sobre el tema, también existe diferencia:
- En el caso del alineamiento con las prioridades de la Agenda 2030, los informes se construyen para mostrar de qué forma se está contribuyendo a la consecución de las mismas: Con el foco puesto en la meta, los objetivos de impacto establecidos por la organización y su grado de cumplimiento, las acciones desplegadas, recursos empleados y resultado de las mismas. En este caso son necesarios indicadores más específicos centrados en el impacto.
- En el caso de la integración de los ODS como principios, los estándares de reporting proponen indicadores que muestran el desempeño en la ejecución de los procesos y son utilizados para mostrar el cumplimiento en el desarrollo de las operaciones derivadas del negocio y en los compromisos asumidos por la organización.